En mi opinión este es un cambio necesario, y ante todo justo. Considero que no es justo que todas las personas deban pagar impuestos para mantener una religión, que no profesan ni siguen. En especial si vemos que hata el 2006 el 74,5% de la población decía ser católica pero a la vez 27,3% se consideraba católico no practicante, esto nos deja ya con la mitad de la población, pagando por una religión que no practica (La nación). Tampoco me parece adecuado que en tiempos de crisis económica, el presupuesto de la Iglesia aumente sin conocer en que se utiliza el dinero.
Es posible que muchas personas estén en contra de este cambio, y obviamente serán personas que siguen a la Iglesia Católica, sin embargo por otra parte tenemos las otras religiones que se practican en nuestro país, que sin ningún apoyo estatal continúan con su labor de forma efectiva.
En lo personal lo que me parece molesto es ver las declaraciones de la Iglesia respecto al tema, y ver como es contradictoria la opinión, o en su defecto como nos dan respuestas de deseabilidad social, y no respuestas reales. A modo de ejemplo veamos esta contradicción:
En el año 2001
Fuente www.aciprensa.comSAN JOSÉ, 17 Abr. 01 (ACI).- Si el gobierno aprueba el pedido de reformar la Constitución para que el estado costarricense no se proclame católico, desconocería la fe de la mayoría… pero los obispos nacionales no tomarán medidas. La razón: la Iglesia puede prescindir de esta norma para evangelizar.
En su artículo 75, la Constitución Política dice lo siguiente: "La Religión Católica, Apostólica y Romana es la del Estado, el cual contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que no se opongan a la moral universal, ni a las buenas costumbres".
El diputado Justo Orozco del Partido Renovación Costarricense, llevó a la Asamblea Legislativa un proyecto para reformar la Constitución y eliminar esta declaración. Aunque su propuesta recibió un dictamen negativo en comisión, el diputado piensa proponerla de nuevo en el próximo gobierno.
Según Jorge Araya, profesor de Derecho Constitucional, con la norma la Constitución hace suya una religión pero no prohíbe otros cultos. Por eso, sostiene que aún no es necesaria ni posible una reforma, pues el 70,3 por ciento de la población manifiesta ser católica y la norma simplemente reconoce a la mayoría.
El Arzobispo de San José, Mons. Román Arrieta, y los Obispos de Ciudad Quesada y Limón, Mons. Ángel San Casimiro y Francisco Ulloa, coincidieron en sostener que la norma no es imprescindible porque su eliminación no afectaría el desarrollo del catolicismo en el país.
Según indicaron, los beneficios que de ella se desprenden no son fundamentales para el sostenimiento y presencia de la fe católica en el país, por lo que podrían prescindir de los recursos, sin que se afecte, significativamente, la labor de la Iglesia.
"Es tan poquito eso que llaman privilegio que más bien es una colaboración simbólica. En cualquier momento podríamos prescindir de eso. No digo que no nos haga falta, pero no sería un faltante significativo", afirmó Mons. Ulloa.
Y ahora en el 2009
Fuente La NaciónSan José (Redacción). El obispo de Cartago, Francisco Ulloa, pidió a los feligreses no votar en febrero por los candidatos presidenciales que apoyen la eliminación del carácter católico del Estado costarricense y otras prácticas que contravienen la doctrina de la Iglesia.
“Estamos frente a una campaña política en donde debemos escoger muy bien a quienes nos van a gobernar. Candidatos que niegan a Dios y defienden principios que van contra la vida, contra el matrimonio, contra la familia ya los estamos conociendo.
“Por lo tanto debemos ser coherentes con nuestra fe y en conciencia no podemos darle un voto”, expresó el prelado en la homilía del pasado domingo, durante la ceremonia del retorno de la imagen de la Virgen de los Ángeles a la Basílica.
El mensaje del obispo intentó salir al paso de la discusión que se generó por la intención de un grupo de diputados de eliminar la confesionalidad del Estado y la palabra “Dios” de los juramentos establecidos por la Constitución Política.
Consultado ayer el obispo Ulloa sobre las connotaciones electorales de su pronunciamiento dijo “mantengo una a una las palabras dichas , nada tengo que agregar o quitar”.
El obispo de Cartago pidió a los feligreses mantener una actitud activa. “Luchemos para defender los valores que son el fundamento de nuestra querida Patria y que algunos pretenden destruirlos, cosa que no lograrán porque somos la mayoría y porque Jesús el Señor de Costa Rica y Nuestra Señora de los Ángeles están con nosotros”.
El jerarca católico instó a los católicos a que se pronuncien contra “estas políticas antihumanas , anticristianas y ateas que algunos nos quieren imponer”.
El obispo identificó bien a quienes criticó. “Un grupo de diputados y diputadas de nuestro honorable Congreso pretende borrar el nombre de Dios de nuestra Constitución Política y posiblemente eliminarlo de toda institución pública. Así como lo oyen. Ellos creen que con este acto de profanación van a matar a Dios. Están totalmente equivocados, Dios no muere (…) cuando un estado se vuelve ateo es capaz de cometer las peores injusticias y las más bajas aberraciones. De esto es testigo la historia”.
Ver estas opiniones tan contrarias de la Iglesia Católica, me hace pensar .... ¿a quien estamos conociendo de verdad? No sera que estamos conociendo el ladod e la iglesia que nos hace pensar que luchanpor los valores y demás, cuando podemos suponer que más bien el problema es el dinero que dejaran de recibir.
Hago de nuevo referencias a las palabras del Obispo Francisco Ulloa en el 2001
Es tan poquito eso que llaman privilegio que más bien es una colaboración simbólica. En cualquier momento podríamos prescindir de eso.Aparentemente podrían prescindir del apoyo del estado, pero no desean hacerlo, y menos ahora que esta aumentando tanto, algo bastante curioso considerando que estamos en una crisis económica en la cual cada día se deben reducir mas los gastos.
Otro factor importante de mencionar es la forma en que la Iglesia esta tomando un bando con la política nacional al pedir que no se vote por partidos opuestos al estado católico. (La Nación)
Al final me da la impresión de que lo mejor para todos es el estado laico, y donde estén todas las creencias religiosas por igual. Siento que la Iglesia católica esta exagerando la situación y dándole una connotación que no tiene, por que hablar de ateísmo, perdida de valores y de matar a Dios es un rayar en lo absurdo. En especial al ver que nos hablan de matar a Dios, cuando nadie esta prohibiendo las creencias religiosas de ninguna indole y mucho menos están negando la existencia de Dios.
Espero que la iglesia católica sea un poco mas consecuente con el lugar que realmente tiene y merece tener, y dejen de estar causando conflictos.